Vania Bonfil
De pie a los extremos del palacio municipal. Guardianes de la ciudad, héroes del país, pasan desapercibidos por la mayoría de las personas, de hecho muy pocos nos hemos dado cuenta de que existen…
A poco menos de un año del Bicentenario de la independencia de México, estos guardianes misteriosos están ahí, olvidados por todos, como abandonados en las esquinas superiores del palacio municipal. Llenos de suciedad por las aves, desgastados por el paso del tiempo.
El nombre de uno de ellos es José María Morelos y Pavón, uno de los principales caudillos del movimiento de independencia, que a pesar de ser mencionado en las festividades de septiembre, y de que su rostro está presente día a día en los billetes, pasa inadvertido por todos los ciudadanos de Tehuacán. En el otro extremo de palacio, en igual condiciones se encuentra Valerio Trujano, seguidor de Morelos en la lucha armada, quien por cierto hasta en el olvido está junto a él.
Al realizar una investigación para conocer la identidad de este par de figuras, se topa uno con una cruda realidad, nadie sabe quiénes son, quién los coloco en ese sitio, porque están ahí. Incluso al ser cuestionadas las personas que trabajan dentro y fuera del ayuntamiento, se llega al extremo de no saber quiénes son estos guardianes.
Pese a la búsqueda en los sitios más comunes, no existe archivo alguno que pueda informarnos sobre la identidad de estos personajes, cuando fueron colocados, cuándo se les da mantenimiento. Poco es lo que saben en la oficina de turismo o de cultura sobre su procedencia, o quien los esculpió.
Todos en la ciudad conocemos la escuela primaria Valerio Trujano; coreamos al unísono sus nombres el 15 de septiembre, pero pocos sabemos que nos vigilan desde las alturas, desde el lugar que como héroes se ganaron por hacer valer los derechos por los que ellos lucharon hace casi 200 años.
El cura con sus manos hacia las nubes, parece elevar una plegaria al cielo; el guerrillero, con su espada a un costado, parece estar preparado para desenfundarla y defendernos de los adversarios.
Son los custodios de la ciudad, héroes que se encuentran ahora en el anonimato, caudillos libertadores que a un paso de la celebración del bicentenario de la independencia, lucen abandonados y olvidados por todos los habitantes de la ciudad de Tehuacán.